lunes, 14 de marzo de 2016

SUEÑOS

Yasmina abrazada a Guillermo, pensaba que su amor por él era fuerte como un roble. Esos rudos años de relación sin estufa en invierno, comiendo poco y los grandes contrastes en sus pieles no hicieron mas que fortalecerlo. La prueba de ello, era ese precioso bebé color chocolate que dormía placidamente en la habitación contigua. Ese niño era el fruto de su amor, pensaba orgullosa cada vez que lo cogía en brazos. Ahora, ceñida a su padre, el único hombre con el que había compartido lecho, se sentía flotar. Era una sensación agradable pero muy extraña, como si hubiese atrapado un sueño. No podía dormir, no quería cerrar los ojos por temor a que ese mágico momento se escapara de su vida. Despierta como un búho y anhelando que su marido también lo estuviese, le pregunta con un susurro de voz en su oído: -Cariño ¿estás dormido? -No, contesta él. -¿Puedo hacerte una pregunta? -Claro. -¿Crees en los sueños? -¿Qué quieres decir? -¿Tú crees que los sueños se cumplen? -¿A que viene eso ahora? -Venga, dime ¿crees en los sueños? -Supongo que sí. ¿Cuál es tu sueño? Tras unos minutos de espera Guillermo contesta: -Mi sueño seria… mandar a la porra a mi jefe, decir que me voy, que le dejo, entre montañas de informes, facturas, cartas… que dejo sus ordenes, exigencias, malas caras... mi sueño sería…llevarte a la Opera, con un abrigo de visón, llena de perlas y oliendo a Jazmín... De pronto, Guillermo incorporándose levemente de la cama, dice: - Yasmina, creo sentir el llanto del niño. - No oigo nada Guillermo, venga sigue…-responde ella. -Mi sueño sería… tener tiempo para jugar con nuestro hijo, verlo crecer, estudiar y convertirse en un hombre de provecho... mi sueño sería… viajar, conocer montañas y mares, personas, otras vidas, otros mundos... y ¿el tuyo?- dice de pronto Guillermo. -Yo ya conseguí mi sueño. -¿Sí? -Mi sueño eres tú. -Yasmina. -Dime, Guillermo. -No despiertes nunca. -¿Crees que estoy dormida? -Pues si. -Pues vete a calmar al niño porque esta llorando ¿no lo oyes?