lunes, 14 de marzo de 2016

COMO LAS NATILLAS

Estábamos en la terraza de aquella cafetería situada junto a la playa. La brisa nos daba en la cara y sonaba una música lenta que hablaba de amor. Me acuerdo de aquella tarde como si fuese ayer. Aunque ese “ayer” al que me refiero se remonte a 5 atrás en mi vida. Era cuando tu estabas conmigo, antes de que te marcharas de mis brazos para ir en busca de los brazos de otra, porque así es como te vi por tima vez…abrazado a otra mujer. Sin embargo, no es ese el recuerdo que ahora, 5 años mas tarde, llega igual que un rayo a mi cabeza al escuchar unas simples palabras…si no otro bien distinto. Aquella tarde, estábamos tomados de la mano en aquella cafetería situada junto a la playa cuando te pedí que me definieras con dos adjetivos, mirándome a los ojos tiernamente, me dijiste: -suave y dulce. - ¡Como las natillas!- conteste. -También irónica, porque dime ¿qué parecido ves a unas natillas contigo?-dijiste algo molesto. Yo sonreí orgullosa de verte tan entregado a mi tan enamorado y dispuesto a molestarte con un comentario tan poco romántico por mi parte. Sonreí orgullosa de sentir como me querías. Aunque eso fue aquella tarde porque, poco después, lo nuestro cayó en “picado”, al menos por tu parte porque a mi me costó muchísimo tiempo olvidarte. De hecho no se si lo he conseguido, porque hoy, cinco años después de aquello y en la misma cafetería situada junto a la playa, otro hombre me ha dicho tomándome la mano: -Eres dulce y suave. -¿Como las natillas?- pensé… sin decir nada.